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14/1/16
La alopecia, problema que afecta a la mujer [14-1-16]
La alopecia, problema que afecta a la mujer
El estrés cotidiano o las dietas agravan la pérdida del cabello
La caída de más de 100 cabellos diarios indica que se ha iniciado un proceso de alopecia. Aunque siempre ha habido mujeres con alopecia, la calvicie ha sido fundamentalmente cosa de hombres.
Pero algunos cambios en los estilos de vida pueden tener graves repercusiones sobre el pelo de las mujeres. ¿Habrá más calvas entre las mujeres del siglo XXI? De momento, no hay estadísticas al respecto, pero los especialistas advierten de que el estrés y las dietas adelgazantes pueden desencadenar o agravar la caída del cabello y conducir a una alopecia que, una vez instaurada, es difícilmente reversible.
La alopecia es un proceso hereditario en el que intervienen múltiples factores y genes. Desequilibrios hormonales, estrés o deficiencias en la nutrición pueden desencadenar el proceso en las personas que tienen predisposición genética. Hay que distinguir entre dos grandes grupos: la alopecia androgenética (caída del cabello por una alteración hormonal en casos de predisposición genética) y el efluvio telogénico (pérdida de pelo como consecuencia de la dieta, de una enfermedad grave o como efecto secundario de ciertos medicamentos).
Estudios “El 20% de las mujeres españolas de entre 20 y 89 años sufre alopecia. De ellas, un porcentaje muy alto, especialmente en el grupo de edad de 16 a 29 años, siguen dietas de adelgazamiento y no ingieren suficientes nutrientes, como proteínas, ácidos grasos o ferritina. El cuerpo necesita estas reservas proteicas para órganos como la médula ósea, el pulmón o el hígado, y si no las obtiene de la alimentación, las coge del pelo”, explica Francisco Camacho, jefe del Departamento de Dermatología médico-quirúrgica y venereología del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla.
En las mujeres de 30 a 39 años son más frecuentes otras carencias nutricionales, como la falta de biotinas (un transportador del dióxido de carbono que se encuentra en el huevo), vitamina B12 o hierro. “Además, cada vez hay más mujeres que no asimilan bien el hierro, por eso antes de seguir un tratamiento farmacológico contra la alopecia se debe optar por un régimen alimenticio hiperproteico rico en carnes rojas”.
Clasificación Hasta el año 2000 todos los tipos de caída del cabello se catalogaban como alopecia androgenética femenina. Hoy prevalece la clasificación de la científica americana Elise Olsen, que distingue entre alopecias precoces (las que aparecen antes de la menopausia) y tardías. En cada uno de estos dos grupos, distingue a su vez entre alopecias que presentan elevación de andrógenos y las que no. En los grupos de mujeres en los que están aumentados los andrógenos, el proceso de la enfermedad es similar al del varón. En las que no hay exceso de andrógenos se produce efluvio telogénico, con una caída paulatina y difusa del cabello.
Pero la caída del cabello también puede deberse a un estrés físico, como la acción de los rayos ultravioleta. El 80% de las mujeres que acuden a consulta por alopecia ya ha probado algún tratamiento farmacéutico (vitaminas) o cosmético (ampollas).
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