10/9/15

Verdades y mentiras sobre el pelo [10-9-15]


Verdades y mentiras sobre el pelo

Desde infinidad de recomendaciones para mantenerlo sano hasta consejos y tratamientos para evitar su caída, todo entra en el vasto universo del cuidado capilar. Hacemos un repaso sobre algunos mitos vigentes.

Tener un buen corte y un pelo cuidado representan dos emblemas dignos de lucir en estos tiempos caracterizados por el culto al aspecto exterior. Pelo lacio, rulos, flequillo, jopo y tinturas varias pueden ser las opciones, siempre y cuando se tenga un cabello saludable y, sobre todo, abundante.

En general, la preocupación de las mujeres pasa por el color y el tipo de corte; para los hombres, en cambio, el inconveniente fundamental se remite a un hecho más básico: tener o no tener pelo. La calvicie incipiente o el desprendimiento capilar prematuro pueden ser sinónimo de catástrofe personal.

Atentos con esto


Para tener en cuenta: ni lavarse el pelo todos los días produce caída del cabello, ni afeitarse la cabeza hará que el pelo salga más fuerte, por lo menos así lo afirmaron los dermatólogos de la Academia Española de Dermatología y Venereología, que se encargaron de desmentir algunos de los mitos más frecuentes sobre este tema.

José Carlos Moreno Jiménez, jefe de Servicio del Hospital Reina Sofía de Córdoba, España, y presidente electo de la Academia Española de Dermatología y Venereología, dijo al diario El Mundo que “el cabello que cae con los lavados está previamente dañado o enfermo. Esta falsa creencia es la que hace que muchas personas retrasen el lavado e incluso le tengan auténtico pánico. El pelo que cae al lavarlo también lo haría al peinarlo o incluso con el simple roce de la almohada”.

Consultado sobre los productos que pueden ser efectivos para la alopecía, el doctor Moreno dijo que “lo único con base científica indicado para este trastorno es el minoxidil y finasteride; o tratar la causa que desencadena la alopecía. Así ocurre, por ejemplo, en los casos de anemia, en los que el médico recomendará tomar hierro”.

Otro mito muy común se refiere a que el uso de sombreros, gorras y cascos podría ser perjudicial, ya que de alguna manera “asfixia” la raíz y provoca la caída de cabello. Sobre este punto, el especialista español dijo que “el pelo recibe inervación por la raíz, no respira”.

Las causas


Consultada por Hoy, Mercedes Cordone, especialista universitaria en Dermatología recibida en la UNLP, remarcó que “hay dos tipos de caída de cabello: una difusa en todo el cuero cabelludo y otra localizada, como en el caso de la alopecía areata.

Una vez diagnosticada la caída del cabello, se buscan las causas, anemia, focos infecciosos, enfermedad tiroidea; también hay medicaciones que dan como efecto adverso la caída de cabello. Los tratamientos dependen de la causa, o las causas, puesto que a veces pueden ser más de una”.

“Hay un aumento de las consultas en chicos cada vez más jóvenes”


En diálogo con Hoy, la doctora María Catalina Gareis, miembro de la Sociedad Dermatológica de La Plata y docente de posgrado de la UNLP, dijo que “la alopecía a veces tiene que ver con fenómenos autoinmunes. Por ejemplo, la alopecía areata se caracteriza por la pérdida de pelo de forma circular, en placas. Este tipo se relaciona con una base genética y factores desencadenantes, como el estrés”.

Consultada en cuanto a si los tratamientos para la caída del cabello tienen efectos colaterales, la profesional dijo que “con un control médico y cuidados adecuados, no hay problemas. Por ejemplo, la terapia de microinyecciones de finasteride, que inhibe la producción de testosterona, sólo se aplica en una región del cuero cabelludo y no hay riesgos de sufrir impotencia, como muchas veces se ha dicho”.

Por otra parte, agregó que “la caída del pelo es lo que más preocupa a los hombres. En los hombres de 30 a 50 años, este es el principal motivo de consulta”.

Agregó que “hay un aumento de las consultas en chicos cada vez más jóvenes que notan un afinamiento en el cabello y luego un cambio de consistencia”.

Finalmente, la profesional recomendó “hacer la consulta lo más rápido y temprano posible”.
 

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