19/7/15

Poder del mar para el cuidado de la piel 19-07-15


Poder del mar para el cuidado de la piel

La Talasoterapia es la utilización del agua y los productos procedentes del medio marino con fines terapéuticos.

Las propiedades beneficiosas del agua de mar para el cuerpo humano son conocidas desde tiempos remotos. Ya desde la Antigua Grecia, Hipócrates, el “Padre de la medicina”, recomendaba la utilización del agua del mar como terapia para superar problemas de salud. Posteriormente, durante la época romana, las afamadas aguas termales incluyeron tratamientos con aguas minero-medicinales basados en el agua marina.

Desde la época medieval

Durante la época medieval decae la utilización de las terapias a base de agua marina, hasta llegar al siglo XVIII, cuando renace la talasoterapia con la creación de nuevas técnicas de aplicación de agua de mar. Durante el siglo siguiente, comienza a utilizarse la talasoterapia como reclamo turístico, apareciendo grandes villas de salud, en las que se aplican multitud de técnicas de hidroterapia.

En la actualidad

la talasoterapia se ha puesto de moda entre la oferta de los centros de estética y de relajación, así como en los balnearios más reconocidos del mundo, que cada vez apuestan más por la cura de enfermedades y la recuperación de la belleza de los cuerpos mediante tratamientos que utilizan los remedios y productos que ofrece la naturaleza.

Si bien la talasoterapia está indicada para tratar patologías muy diversas como el insomnio, el estrés, la osteoporosis, etc, en lo que se refiere a sus beneficios para la piel, estos son múltiples. El tratamiento del cuerpo con terapias basadas en el agua de mar favorece la circulación de la sangre, revitaliza los tejidos, suaviza y equilibra la piel y retrasa su envejecimiento.

Funcionamiento de los tratamientos


Pero, ¿cómo funcionan exactamente los tratamientos de talasoterapia? Su método terapéutico, totalmente natural y respetuoso con el organismo humano, está basado en la utilización del medio marino: el agua de mar y sus componentes.

Los centros que incluyen este tratamiento recogen el agua de los mares u océanos y lo esterilizan para garantizar un perfecto mantenimiento y la total ausencia de gérmenes patógenos.

Los tratamientos se realizan con agua a temperaturas entre 37ºC y 38ºC, para permitir que los poros de la piel se abran y el agua marina, con sus beneficiosos componentes, penetren en el organismo, nutriéndolo de sales, yodo, minerales, etc.

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