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20/9/09
La cirugía estética libanesa, la más barata del mundo, se ha convertido en un negocio pujante que atrae a clientela del golfo Pérsico *
La cirugía estética libanesa, la más barata del mundo, se ha convertido en un negocio pujante que atrae a clientela del golfo Pérsico
Un banco ofrece financiación a medida
Yo quiero los labios de Angelina Jolie, el pecho de Haifa Wehbé (estrella pop libanesa); quiero quitarme unos kilos; quiero gustar... Hace unos años, los ricos podían hacerse más guapos y los pobres estaban condenados a permanecer feos, según los cánones de belleza de la sociedad. Pero hoy, ser guapo está al alcance de la mano en el Líbano. Hacerse operar sale más barato que en cualquier otro país del mundo. Por ejemplo, una rinoplastia (operación de nariz) sale por unos 2.000 euros en el Líbano, mientras que en los Emiratos Árabes costaría 3.000, alrededor de 6.000 en EEUU, y en España, entre 4.000 y 5.000.
La demanda empezó a crecer en el 2000, lo que provocó una reducción de los precios, y hoy es algo cotidiano. Por ejemplo, en el Centro Médico Internacional Hazmié, una nueva clínica privada especializada donde trabajan 50 especialistas del escalpelo, se llevan a cabo un centenar de intervenciones cada mes. «La cirugía estética ahora es aceptada socialmente. Antes la gente se escondía. Hoy la mayoría no tienen problema con ello», explica el director médico del centro, el cirujano Elias Chammas.
Sol, mar y escalpelo
Aparte del precio y la buena reputación de los médicos libaneses, los ciudadanos de los países del golfo Pérsico aprecian la rapidez y la discreción. «En dos semanas, una persona se hace una rinoplastia y puede volver a su país. Nadie se dará cuenta, o casi. Solo que parecerá más bonita», dice Chammas. Y también agradecen la posibilidad de combinar lo útil con lo agradable y hacer turismo. «La gente lo pasa bien, disfruta del buen clima. Pueden venir dos semanas, una de vacaciones y otra para hacer la operación», añade.
Ante este mercado jugoso, la libanesa Zeina el Haj hizo su agosto. Creó, en junio pasado, Image Concept, la primera agencia de viajes especializada en turismo cosmético. Lanzada en el Líbano, tiene su sede en Dubái. «Había un hueco en el mercado. Varias personas en mi entorno preguntaban sobre las mismas cosas. Quise ayudarles. Así nació la agencia», explica El Haj, que trabaja con una agencia de viajes y con la clínica de Hazmié. Además, se asoció con el Ministerio del Turismo para promocionar el país.
Pero aunque sea relativamente barato, el precio de una operación no se lo podían permitir quienes no tuvieran un cierto nivel de ingresos o ahorros. Hace tres años, Joelle tuvo que vender su coche para rehacerse la nariz. Y ese filón lo ha aprovechado el banco libanés First Nacional Bank. Creó un préstamo especial para la cirugía estética, que promocionó con el lema La belleza ya no es un lujo, es una necesidad. Hoy en día, si Joelle quiere operarse de nuevo, podrá conservar su coche. Basta con que tenga un sueldo mensual de 400 euros para que pueda pedir un crédito de hasta 3.000.
La belleza es una necesidad porque «el Líbano es el país del lucimiento, del fanfarrón», afirma Maher Mezher, director de márketing del FNB, que apunta que este crédito es el primero de su tipo en el mundo. «Si alguien no es guapo, no puede encontrar pareja ni trabajo», asegura. «Ser guapo ¿no es lo que todos queremos?», opina el doctor Chammas.
Cambio de vida
Bajo la varita mágica del cirujano, decenas de chicas y chicos han visto su vida social transformarse después de la operación. «Las chicas empezaron a pintarse, encontraron novio, salían a discotecas», cuenta Chammas.
Incluso hay quien acude a la clínica con la foto de su ídolo en la mano. «Una vez tuve un joven que quería tener la nariz de Michael Jackson», recuerda el médico. Pero esto lo desaprueba. «No les hacemos mucho caso. Cada cara tiene sus características y sus proporciones. Yo siempre busco lo natural. Una nariz la hago más bonita, pero de aspecto natural», explica. Se trata de quitar el defecto físico, para mejorar la vida.
La cirugía estética se aplica también a los transexuales. Sin embargo, el tema es tabú, como la homosexualidad. Casos así todavía no abundan en la clínica, aunque sí dispone de la tecnología. «Solo hemos implantado pecho a un hombre», revela Chammas.
¿Y qué pasa si la operación falla? ¿O si al paciente no le gusta la nueva nariz? Ni el banco, ni la clínica, ni el médico, ni la agencia; nadie da garantías al paciente. «Solo los médicos tienen un seguro y están protegidos» desvela Maher Mezher. «El paciente, no».
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